Nuestro compañero David Bárcenas nos ha propuesto la buena idea de ampliar nuestra visión de las rutas por las que disfrutamos de la bici conociendo las historias, mitos y leyendas que encierran sus pueblos y sus paisajes. Sin duda, enriquecerá nuestra experiencia y será un aliciente más situar estos rincones en su contexto histórico y cultural. Nace así la sección de RUTAS CON HISTORIAS, para dar cabida a estas crónicas que nos envía David y el resto de socios, pues seguro que algunos más se animarán.

Comenzamos por el lugar más emblemático de las rutas del Club, donde haremos la de este domingo: LA CABRERA. La capital de la Sierra Norte casi la podemos considerar como cuna del Club, así que es el destino más apropiado para inaugurar esta sección. Pasamos, sin más preámbulos, a la crónica de David.

La sierra de La Cabrera ha sido, sin lugar a dudas, zona importante para el Club. Durante años hemos rodado una y otra vez por ella hasta conocer prácticamente cada sendero, cada trialera y cada piedra ( y hay unas cuantas). Por lo que va a resultar difícil contar algo que no conozcáis de los sitios por donde circulará la ruta de éste domingo.

Si, pensareis que es fácilmente deducible el nombre de La Cabrera pero, por qué.

Porque cuando los musulmanes invaden la península ibérica, oleadas de pastores y guerreros del Rif y Yebala comenzaron a asentarse en las montañas del centro peninsular ejerciendo su forma de vida y siendo guardianes de la frontera con el mundo cristiano.

Porque cuando en el año 1085 el Rey Alfonso VI de Castilla entra en Toledo y desplaza la frontera hasta el Tajo, hizo un llamamiento y nuevamente comenzaron a llegar oleadas de gentes y pastores con sus cabras para repoblar esta región dando el actual nombre al lugar.

Este llamamiento alcanzó más allá de las fronteras del reino de Castilla e incluso desde Francia llegaron gentes que dieron origen a las primeras denominaciones geográficas y topónimos que hoy en día existen, pero que iremos conociendo en futuras rutas.

Pensareis que contar el origen del nombre de La Cabrera no es gran cosa pero seguro que lo que vais a leer a
partir de ahora os va a sorprender.

Pocos conoceréis la existencia de una necrópolis llamada la Tumba del Moro. Una pequeña necrópolis de 10 tumbas escondida en un bosquecillo de encinas al lado mismo de la carretera que une La Cabrera con Valdemanco. Y os sorprenderéis de la cantidad de veces que hemos pasado junto a ella sin saber de su existencia.

La Sierra de La Cabrera es una cordillera granítica con picos como el Cancho Gordo, el cordel del Cerro de la
Cabeza y el conocido Pico de la Miel. Con motivo de ésta ruta que propone el Club vamos a centrarnos en el Cerro de la Cabeza descubriendo en él uno de los primeros asentamientos humanos en la zona con importante valor arqueológico.

Este poblado se conoce como “Castro Cerro de La Cabeza” y se piensa que es el origen de la necrópolis de la Tumba del Moro. Este asentamiento tenía una situación estratégica y defensiva que no debió pasar inadvertida para la elección del emplazamiento del convento de San Antonio con vistas sobre la vaguada del cerro y de la dehesa de Roblellano.

Igualmente, nos sorprenderemos de las innumerables ocasiones que hemos estado junto a él en nuestras rutas en bici y sin saberlo, pues para llegar se sigue el sendero del GR10 desde convento de San Antonio saliendo una vereda a la izquierda marcada por hitos.

Del Convento de San Antonio no se conoce la fecha exacta de su fundación. Se alude a la época de la repoblación

Convento de San Antonio en La Cabrera. Sierra de Madrid. España

tras el llamamiento de AlfonsoVI , se dice que es posterior debido a las reglas de construcción del arte románico y hay quien defiende que debido a los restos cercanos, la Tumba del Moro y el poblado de Castro Cerro de La Cabeza, el origen de su ubicación es visigodo.

De su historia se sabe que durante su origen monástico fue un importante centro de estudios teológicos y gramaticales, una verdadera Universidad. Que durante la invasión napoleónica se ocupó como cuartel por los soldados, que fue comprado por descendientes de Francisco de Goya y ya más recientemente fue el médico Jiménez Díaz, creador de la Fundación Jiménez Díaz en Madrid, quien lo compró para su uso personal.

Volviendo a los topónimos de los lugares que recorremos en nuestras bicis, en los primeros documentos sobre el lugar se denominaba al Valle de Albalate, que está entre Navalafuente y Bustarviejo, como al valle “… que es só (en) la casa de Muño Manco” identificando con el nombre y el apodo de uno de los primeros vecinos tanto al valle como a la aldea que allí había: el actual Valdemanco. Otra Leyenda, posterior en el tiempo pero muy similar, habla de un vecino de Bustarviejo llamado Juan Valdés y conocido como el Manco que no pudiendo realizar labores del campo abrió allí una venta. Sus hijas al casarse construyeron sus casas junto a la venta y se originó el poblado.

¡ Disfrutad de la ruta!