Excelente sabor de boca el que nos hemos traído de Calatayud por su exquisita gastronomía, por las rutas, que han sorprendido a todos los que no tenían la suerte de conocer estos parajes, y por los magníficos anfitriones que han sido nuestros amigos del Club BTT Calatayud con Pepe Caro a la cabeza.

Nuestros compañeros Tomás García y Juan Domingo habían preparado minuciosamente la agenda del fin de semana con la colaboración de Pepe Caro. El viernes por la tarde/noche llegamos todos al hotel Castillo de Ayud, base de operaciones durante el fin de semana, que nos brindó unas estupendas instalaciones y un excelente servicio. Nos tenían preparada una «cena ciclista» con pasta y pollo, que llenó los depósitos del glucógeno que tan bien nos vendrían al día siguiente.

El sábado, los dos grupos en los que se dividieron las rutas descubrimos los barrancos y mesetas que componen la parte más peculiar del paisaje bilbilitano en la Sierra de Armantes. Las espectaculares formas provocadas por la erosión en sus montañas arcillosas y áridas, nos trasladaron a las escenas de las películas del lejano oeste americano. Montañas que también esconden muchos kilómetros de senderos y single tracks que disfrutamos durante varias horas guiados por Pepe Caro  en el nivel A y por Juan Domingo en el B.

Saboreando aún ambas rutas, fueron capaces de sorprendernos en el Mesón de la Dolores (la de la famosa canción 😉) con un menú degustación de platos típicos que nos hizo recuperar con creces las calorías consumidas con la bici y dejar los depósitos llenos para las que nos esperaban al día siguiente.

El domingo, cambiamos de ecosistema radicalmente para ascender los 1.450 metros del Pico del Rayo en la Sierra de Vicor, privilegiado mirador de la comarca con vistas impresionantes en 360º que alcanzan hasta el Moncayo. Una subida exigente de 22 km. que luego tuvo una merecida recompensa bajando por senderos vertiginosos y divertidas trialeras de regreso a Calatayud.

Ya en el hotel, despedimos la agradable escapada con un exquisito menú compuesto de arroz caldoso y carne estofada que fue el reconstituyente perfecto para recuperarnos y afrontar el viaje de regreso, recordando el intenso fin de semana que estábamos terminando.

Muchas gracias a todos los que han hecho posible este viaje y a los que lo han compartido con nosotros.